Lea la información del fabricante y del médico para asegurarse de que sepa usar el medidor de azúcar en la sangre, el soporte de la lanceta y las tiras reactivas.

Revise la fecha de caducidad de las tiras reactivas. Si usa tiras reactivas caducas, los resultados podrían no ser precisos.

Muchos medidores no necesitan un código de las tiras reactivas, pero algunos sí. Si su medidor lo necesita, asegúrese de que el código del frasco de tiras reactivas coincida con el código de su medidor. Si no coinciden los números, siga las instrucciones que vienen con el medidor para cambiar el número del código.

Lávese las manos con agua tibia y jabonosa y séqueselas bien con una toalla limpia.

Este dispositivo es un soporte para la lanceta, del tamaño de un lápiz. Sostiene la lanceta en su lugar y controla la profundidad a la que esta penetra en la piel.

Tome una tira reactiva del frasco. Siga las instrucciones para preparar el medidor a que reciba la muestra de sangre. No se olvide de volver a tapar el frasco inmediatamente después de sacar la tira.

Use el dispositivo de lanceta para pinchar el costado de la yema del dedo con la lanceta.

Coloque una gota de sangre en el lugar indicado de la tira reactiva, cubriendo bien la zona de prueba.

Si el dedo le sigue sangrando, use una bolita de algodón limpia para aplicar presión en la punta del dedo para detener el sangrado.

Espere los resultados. La mayoría de los medidores necesitan solo unos segundos para mostrar los resultados. Es muy importante anotar los resultados de los exámenes de azúcar. Su médico usará su registro de anotaciones para ver con qué frecuencia sus niveles de azúcar en la sangre se hallan dentro de los límites deseados.